Teresa
El poder de una sonrisa (1935) Valdenoceda, Burgos

Nacida en un pequeño pueblo de Burgos, Teresa se
trasladó con su familia a Cataluña cuando tenía tres
años, y a los 15 se estableció en Granollers. Enfermera
de profesión, ha dedicado buena parte de su vida a
cuidar de los demás, especialmente de niños: trabajó
muchos años con un pediatra, ayudó en el comedor de
una escuela y también fue dependienta en una tienda de
ropa infantil. Ahora, ya jubilada, sigue cada día a
disposición de los demás.
A los 89 años, Teresa se levanta cada mañana sin un
ápice de pereza para ir a la clase de aquagym,
conduciendo, ágil y vivaz, su Seat 600. Desde que se
sacó el carné hace 50 años, siempre ha conducido este
modelo de coche; este es el tercero. Después de la
piscina, se dirige al centro de acogida El Xiprer de
Granollers para echar una mano a quien lo necesite. Con
mucho humor y una buena actitud, afronta el día a día
con una sonrisa auténtica y un abrazo sincero, que a
menudo son suficientes para querer seguir adelante un
día más."Os habéis pasado con tantos ‘piropos’", diría
ella, pero es que Teresa es más que una voluntaria. Pone
lavadoras, dobla ropa, cocina y, por si fuera poco,
escucha, charla y ama con entusiasmo a cualquiera que
pase por El Xiprer y lo necesite. Ojalá, algún día, El Xiprer
tenga que cerrar sus puertas porque ya no tenga trabajo,
pero mientras viva, que no falten las sonrisas, los
abrazos y el espíritu generoso de Teresa.