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100% reciclado
Composición 20% lana reciclada y 80% acrílico reciclado

Cada año se generan alrededor de 92 millones de toneladas de residuos textiles. Nuestros jerseys recuperan estas materias para darles una nueva vida.

Te contamos cómo hacemos los jerseis

Lavado: Puedes lavarlo a mano (con agua fría) o en la lavadora (máximo 30 grados).
Recomendamos ponerlo girado al revés para evitar que haga bolas.

Secado: Evitar la secadora. Simplemente déjalo al aire fresco.

Planchado: Evitar tocar el tejido con la plancha, solo vaporear con distancia.

Reciclado en Olot (Girona)
Hilado en Sabadell (Vallès Occidental)
Tejido y confeccionado en Espluga Calba (Les Garrigues)

Angeleta Una iaia con agallas (1931) Prats de Lluçanès

El 14 de Febrero del año 1931, justo antes de la Segunda República, cuando aún reinaba Alfonso XIII, nació una niña que se llamó Angeleta. Como si viajara en el tiempo, 93 años después, Angeleta es la abuela que acumula más de 115 mil seguidores en su cuenta de Instagram: @iaiaangeleta. De joven, Angeleta fue una mujer muy activa. Ha trabajado duro toda su vida y hoy, a los 93 años, no para de hacer cosas. Está muy bien de mente y cuerpo y lo aprovecha. Conduce un coche cada día, a pesar de que a su edad tiene que renovar su carnet anualmente. “¡El día que no me lo renueven me compraré una moto!” Y es que Angeleta tiene agallas. Participa en programas de televisión en directo con una naturalidad y determinación que dejan boquiabierto a cualquiera. Se ha hecho viral en las redes sociales con sus vídeos donde se muestra tal como es. Así es como Angeleta afronta cualquier reto. Es una mujer inteligente, valiente y divertida, aunque también dicen que es algo malhumorada. Lo que más le molesta es que los gatos de los vecinos hagan sus necesidades en su jardín o que sus nietos no la avisen cuando vienen a comer. A la abuela Angeleta no le gusta nada ir a Barcelona, ni a las ciudades en general. Por eso vive en Roda de Ter, porque encuentra su felicidad en el bosque, recogiendo setas o caracoles, disfrutando del campo y pasando largas horas con sus amigos, charlando de todo en unas tertulias que llaman el "Cungrejo de los Diputados". Pero su mayor alegría son sus bisnietos.