Plazo 60 días para hacer cambios o devoluciones.

Península: Cambios gratis
Devoluciones 5€

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100% reciclado
Composición 20% lana reciclada y 80% acrílico reciclado

Cada año se generan alrededor de 92 millones de toneladas de residuos textiles. Nuestros jerseys recuperan estas materias para darles una nueva vida.

Te contamos cómo hacemos los jerseis

Reciclado en Olot (Girona)
Hilado en Sabadell (Vallès Occidental)
Tejido y confeccionado en Igualada (Barcelona)

Lavado: Puedes lavarlo a mano (con agua fría) o en la lavadora (máximo 30 grados).
Recomendamos ponerlo girado al revés para evitar que haga bolas.

Secado: Evitar la secadora. Simplemente déjalo al aire fresco.

Planchado: Evitar tocar el tejido con la plancha, solo vaporear con distancia.

Andreu Batllori
Alfarero (1937) Barcelona

Si vais al barrio de Sants de Barcelona tenéis que pasar por la calle Cros. Entre cafeterías y tiendas destaca un pequeño escaparate como de otra época. Si os acercais vereis la marquetería de madera hecha a mano, y a través de los cristales quizás descubrais al Señor Andréu rodeado de figuritas de barro y cerámicas de colores. Al entrar, el tintineo de una campanilla y la amable bienvenida del alfarero. Allí tiene lugar la magia que durante siglos han realizado los Batllori: convertir el barro (tierra y agua) en algo sólido. Casa Batllori se fundó en 1792. El abuelo de Andreu trabajaba al aire libre, en un solar sin urbanizar rodeado de masías y campos cuando la calle Cros todavía no existía. El secado se hacía al sol y las charcas de barro ocupaban mucho terreno. Esta casa de ceramistas ha transitado en el tiempo casi inmutable, pero los cambios de hábitos han reducido mucho la demanda. "Antes del plástico, todo se hacía con barro" dice Andreu. Él tiene el honor de regentar ahora este mítico establecimiento que es el horno más antiguo de Barcelona. Cuece piezas de todo tipo. Se comenta entre escultores y ceramistas que el Señor Batllori es el que mejor lo hace. Andreu conoce el barro como nadie, lo sabe tornear, modelar, cocer y adornar. Lo ha aprendido de sus ancestros y de toda una vida con las manos en el barro.